Reactivan en Ourense una pistola de 1961 para poner en marcha el gallego de campo a través
El año recién iniciado marca dos efemérides importantes para el deporte gallego, porque se cumple un siglo del inicio de la práctica reglada del atletismo en la comunidad autónoma y, de paso, el mismo período de tiempo desde la celebración del primer campeonato de campo a través, que por diversos motivos se ha reducido a 81 ediciones.
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| Eladio Gómez Rosales: preparados..... listos...... YA!!!!!!! |
La localidad ourensana de Ribadavia será el escenario de la histórica carrera, el próximo 14 de febrero, y en la delegación federativa para la provincia pensaron que un artilugio inutilizado durante mucho tiempo podría darle realce al certamen, como reconoce Eladio,
Lalo Gómez, uno de los responsables del Club Aurum:
«Suelo estar en el panel de salidas de varias pruebas y siempre me llamó la atención la pistola antigua que había en la delegación, nos pareció una idea romántica ponerla en funcionamiento en un año tan significativo como este».
Y la iniciativa cuajó enseguida en otro apasionado del atletismo como Ángel Fidalgo, director técnico de la delegación, entre otras funciones que lo mantienen enganchado al deporte:
«Quisimos saber algo más de la pistola, así que nos pusimos en contacto con Julio Fernández, fundador del Athlos y pionero de la San Martiño, que estaba por aquí en aquellos tiempos. La recordaba perfectamente, porque hasta los primeros años sesenta utilizaban una escopeta calibre 12, recortada, y vaciaban los cartuchos para mayor seguridad. Fue entonces cuando llegó la nueva pistola. Me dijo enseguida que era negra con los percutores dorados».
Descripción que se ajusta al arma que el propio Fidalgo Vázquez admira con devoción, al señalar que
«con esta se daban las salidas con traje, corbata y sombrero». Una costumbre que todavía se mantiene en el atletismo del hemisferio sur, no en vano, el artefacto que conservan en Ourense -y utilizaron durante muchas temporadas competitivas- es de la marca australiana New Top Pistol.
Aunque en principio pensaron en repararla con la ayuda de un armero, Lalo explica que el trabajo lo realizó otro artesano:
«Fue un herrero, porque uno de los dos percutores estaba atascado y debían liberarlo, ahora solo nos falta conseguir la munición, a base de fulminantes, para que podamos utilizarla en una carrera».
Ya han visitado más de una armería en proceso de liquidación, por si queda algún resto
«vintage», pero metidos en faena están dispuestos a solicitar la carga que pueda producir una explosión tan audible como segura y completar un viaje en el tiempo que no deja de ser curioso, al tener en cuenta que las actuales pistolas eléctricas incluso activan el cronómetro, tras emitir un destello de luz.
Fidalgo puntualiza que esa evolución
«fue constante, sin ir más lejos en Ourense hay una pistola conectada a un micrófono y que también se une al cronómetro y la videofinish». El experimentado juez también forma parte del panel de llegadas en la delegación y no renuncia a cualquier mejoría que beneficie al deporte, como las décimas se fueron convirtiendo en centésimas o la velocidad de reacción en las salidas fue ganando relevancia en los entrenamientos de los atletas.
Eso sí, tanto Ángel como Lalo echan de menos esas carreras de antaño, en la que Alfonso Rodríguez sujetaba la pistola de salida:
«Es una lástima que falleciera hace unos años, porque sería increíble que volviera a dispararla él». A buen seguro, será igual de entrañable el final del silencio de este atronador mecanismo de salida. Porque después de lo que ha llovido, en Galicia siguen corriendo para llegar primeros.
